Aquí estamos, un lunes más, tratando de sacar adelante nuestra novela. Y, hoy, os traigo el último paso necesario –¡imprescindible!– antes de ponernos a teclear y teclear y teclear. Hace un par de lunes, os hablaba de los 10 errores que debemos evitar cuando escribimos una novela romántica. Uno de ellos, efectivamente, es no planificar –o planificar mal– nuestra novela.