No sabéis qué ilusión me hace presentar esta nueva sección del blog. Llevaba tiempo dándole vueltas en la cabeza a traer a mi blog las palabras de otras autoras y, al fin, me he decidido. El último jueves de cada mes, entrevistaré a una autora de la que, seguro, podremos aprender un montón de cosas. Y la primera, no podía ser otra que una de mis superfavoritas, además de profe, amiga y propietaria del whatsapp al que acudo recurrentemente cuando me surgen dudas de todo tipo (en serio, no queráis saber de cuántos tipos): Érika Gael.
Dicen que Nueva York es la ciudad que nunca duerme. Y lo es, os lo puedo asegurar. Supongo que a estas alturas de la película, si sois seguidoras habituales de este blog, sabréis que me apasiona viajar, y puede que también sepáis cuáles son mis ciudades favoritas del mundo. Y, si sois lectoras de novela romántica, es (casi) imposible que no haya caído en vuestras manos alguna novela que tenga Nueva York como escenario. Así que vamos a darle una vueltecita a la Gran Manzana, ya que, a falta de un vuelo que nos lleve hasta allí, al menos nos quedan los libros para viajar.
Los que sois asiduos a este blog sabréis que la novela romántica suele monopolizar bastante mis entradas. Al fin y al cabo, esa es mi profesión y una de mis principales aficiones. Pero, de vez en cuando, el cuerpo me pide escribir otras cosas, y hoy es uno de esos días. Así que ahí va... Mi carta abierta a mi yo adolescente:
¿Qué fue antes, el huevo o la gallina? ¿El muso o el personaje? Esa parece ser la pregunta que muchas lectoras se hacen cuando se enfrentan a una novela romántica. Ya he perdido la cuenta de cuántas veces me han preguntado si Gonzalo, Fabio o Julio, de Pecado, penitencia y expiación, o Parker, Travis, Preston y Mark, los hermanos Sullivan, estaban basados en algún personaje real. ¿Necesitamos ponerles cara a nuestros héroes románticos favoritos?