Hoy hace nueve días que Mi mundo en tus ojos vio la luz. Nueve días llenos de nervios, de emoción, de una experiencia muy diferente en algunos sentidos a lo que supone autopublicar, pero muy parecida en lo fundamental: vivir el sueño de ver un manuscrito que costó sangre, sudor y lágrimas convertido en libro, compartirlo con lectoras y compañeras y, como siempre, dar las gracias. Mil veces. Y una forma de dároslas hoy es contaros un poquito más sobre el proceso de creación de la historia de Summer y Logan, esas anécdotas y curiosidades que solo conocía yo y que, desde hoy, son también un poco vuestras. Esta vez lo he hecho SIN SPOILERS, para que todos podáis leerlo y no me odiéis 😉 (sí hablo de algunos momentos de la trama, pero no desvelo nada que os pueda estropear la lectura, pero... aviso, por si acaso). De todos modos, si no queréis saber absolutamente nada de la novela... mejor no sigáis leyendo: