No tengo ni palabras para dar las gracias por la increíble acogida que le habéis dado a La petición de Olivia. Llevo ya unos pocos años en esto, los suficientes para pensar, con cada nueva publicación, que ya nada me hará ponerme nerviosa, nada me emocionará como lo hicieron algunas cosas al principio de mi carrera, nada me dolerá como las primeras decepciones.
Pero no es así. No lo es en absoluto. Más bien diría que ocurre lo contrario. Que con cada publicación se van adquiriendo experiencias que magnifican las siguientes. Para mí, La petición de Olivia fue una novela casi terapéutica. Me habría compensado escribirla incluso aunque no la llegase a publicar. Pero lo que ha venido después del 19 de septiembre... ha sido el broche de oro a una maravillosa experiencia que es la auténtica gasolina para seguir a tope con nuevos proyectos.