Se acaba octubre, a saber cómo, porque a mí aún me parece que tengo entre los dedos de los pies arena de la playa del verano. Pero el caso es que me ha vuelto una fiebre lectora de esas muy locas, porque he debido de leer unos veintitrés o veinticuatro libros este mes, entre los de puro placer (los que reseño aquí), las correcciones, mis propias autocorrecciones, lecturas cero... De verdad que si el Quijote se volvió loco por leer libros de caballerías, bastante estoy tardando yo en echar espuma por la boca y ver gigantes en los parques eólicos.
En fin, a lo que iba... Este mes ha habido un poco de todo, pero, como me suele pasar, ha prevalecido lo bueno sobre lo malo. Estoy dedicando estos últimos meses del año a dejar a cero mi lista de pendientes, sobre todo de esos libros que llevo años procrastinando... y no lo estoy haciendo mal. Os cuento por aquí lo que he leído y qué me ha parecido:
Qué ganas tenía de escribir esta entrada. El mes pasado, con todo el follón de la publicación de La petición de Olivia, me salté la entrada mensual sobre las escritoras de las que me leería la lista de la compra, pero... he vuelto. Y con una de las más grandes, al menos para mí: Jojo Moyes.
No tengo ni palabras para dar las gracias por la increíble acogida que le habéis dado a La petición de Olivia. Llevo ya unos pocos años en esto, los suficientes para pensar, con cada nueva publicación, que ya nada me hará ponerme nerviosa, nada me emocionará como lo hicieron algunas cosas al principio de mi carrera, nada me dolerá como las primeras decepciones.
Pero no es así. No lo es en absoluto. Más bien diría que ocurre lo contrario. Que con cada publicación se van adquiriendo experiencias que magnifican las siguientes. Ya os conté hace unas semanas que, para mí, La petición de Olivia fue una novela casi terapéutica. Me habría compensado escribirla incluso aunque no la llegase a publicar. Pero lo que ha venido después del 19 de septiembre... ha sido el broche de oro a una maravillosa experiencia que es la auténtica gasolina para seguir a tope con nuevos proyectos.