Esta entrada no tocaba hoy. Tenía pensado desde hace semanas retomar un poco los consejos para autores noveles que escribía en el blog hace un tiempo. Llegarán, lo prometo, ya tengo varias entradas en mente, pero... hoy quiero necesito hablaros de uno de los momentos más difíciles a los que se enfrenta un autor al acabar un manuscrito: decidir qué hacer con la corrección.
Ha llegado el día. Hoy, En una casa blanca a la orilla del mar está ya a la venta en digital, después de unas semanas solo en papel en que ya muchas lo habéis leído y me habéis dicho unas cosas preciosas sobre ellos. Así que hoy me parece el día perfecto para desvelaros unos cuantos secretos sobre esta novela que llegó de forma inesperada y que ya se ha llevado un trozo de mí 💙.
Hay una pregunta que me han hecho muchas veces, en mi vida diaria y en algunas entrevistas que he dado desde que empecé a escribir: ¿qué es lo mejor que te ha traído dedicarte a esto? Siempre respondo que la gente con la que me he cruzado por el camino, porque es una verdad como un templo... pero hay algo más. Hay algo que he tardado tiempo en comprender, algo que puede que sea, junto a esa gente con la que comparto la aventura, la mayor bendición y la mayor suerte de ganarme la vida escribiendo novelas: poder hacer y decir lo que me sale del coño de las narices.
Hoy hace nueve días que Mi mundo en tus ojos vio la luz. Nueve días llenos de nervios, de emoción, de una experiencia muy diferente en algunos sentidos a lo que supone autopublicar, pero muy parecida en lo fundamental: vivir el sueño de ver un manuscrito que costó sangre, sudor y lágrimas convertido en libro, compartirlo con lectoras y compañeras y, como siempre, dar las gracias. Mil veces. Y una forma de dároslas hoy es contaros un poquito más sobre el proceso de creación de la historia de Summer y Logan, esas anécdotas y curiosidades que solo conocía yo y que, desde hoy, son también un poco vuestras. Esta vez lo he hecho SIN SPOILERS, para que todos podáis leerlo y no me odiéis 😉 (sí hablo de algunos momentos de la trama, pero no desvelo nada que os pueda estropear la lectura, pero... aviso, por si acaso). De todos modos, si no queréis saber absolutamente nada de la novela... mejor no sigáis leyendo:
Antes de nada, aclaro que he mentido un poco en el título: estoy de huelga a medias, porque en mi ciudad hoy es festivo (por ser el Día de la Mujer, precisamente), así que ya no iba a trabajar. Pero yo me siento en huelga de todos modos, y me he pensado mucho incluso si estar activa en redes sociales. Al final he decidido que sí, pero solo para dar la matraca con la huelga y el Día de la Mujer.