Dos recomendaciones NO románticas para lo que queda de agosto

Escrito por Abril Camino - 18 agosto


¡Hola a todos!

Hoy me voy a saltar todas las normas de este blog. Que si no hacer reseñas por escrito, que si recomendar solo novelas románticas, que si las recomendaciones de novelas solo en vídeo y los lunes... Pues nada, aprovechando que es agosto y no me lee nadie (que noooo, que sé que estáis ahí), he decidido que cambiar un poco de aires por una vez no va a matar a nadie.


De hecho, cambiar de aires (literarios, en este caso) es lo que me llevó a estas dos novelas. Si me seguís en GoodReads, sabréis que vengo leyendo algo así como 200-250 libros al año (sí, una puta locura, gracias). Más o menos la mitad son novelas románticas y el resto se divide entre clásicos (normalmente, relecturas) y otras cosas de géneros muy variados que caen en mis manos. Esta última mitad suele estar mucho más llena de libros pendientes que la de romántica, lógicamente, que a ese ritmo casi no le da tiempo a acumular wishlist. Así que el cambio de aires del que os hablaba consistió en venirme de vacaciones solo con novelas no románticas en el plan de lectura veraniego. No os voy a mentir, he hecho algunas trampas y he leído alguna romántica por el medio, pero estoy cumpliendo con mi promesa de leer cosas que tenía pendientes (la mayoría de ellas empezadas, de hecho).

Dos de esas novelas que he leído en lo que va de verano me dejaron con el alma en vilo. Resaca lectora extrema. Necesidad imperiosa de comentarla con alguien que la hubiera leído. Enamoramiento absoluto. Así que, después de todo este rollo introductorio... aquí os las dejo.

Open, de Andre Agassi

¿La biografía de un tenista?, os estaréis preguntando. Sí. Rotundamente SÍ. No solo está magistralmente escrita (no nos engañemos, no la escribió Agassi, sino el premio Pulitzer J. R. Moehringer), sino que es probablemente la autobiografía más sincera con la que nos podremos encontrar en una librería. A mí me gusta mucho el deporte (verlo, no practicarlo, vaderetrosatanás), y el tenis es uno de mis favoritos, pero no creo que tenga mucho que ver. 


Open

Open es la autobiografía de un tenista, escrita para que la disfruten quienes no saben nada, ni tienen mayor interés en saberlo, sobre tenis. Desde la complicadísima vida con su padre hasta la relación de amor-odio con su profesión, pasando por la dificultad para estabilizarse en pareja con esa vida. Eso sí, si yo fuera Stefi Graff (su mujer y, posiblemente, la mejor tenista de la historia), se me caerían las bragas al leer este libro. Se me cayeron un poco como espectadora... no me quiero imaginar si fuera la prota de la historia.

Leedla y me contáis.


Tenemos que hablar de Kevin, de Lionel Shriver

Ay, madre mía. No descarto que acabéis odiándome si me hacéis caso y leéis Tenemos que hablar de Kevin. Si sois madres o estáis planeando serlo, más todavía. Yo no tengo intención de tal cosa y, si en algún momento me lo planteé, os puedo asegurar que este libro me quitó cualquier gana residual. Que por qué lo recomiendo, os estaréis preguntando... Fácil: porque es MA-RA-VI-LLO-SO.


Tenemos que hablar de Kevin

Si seguís mis vídeos en BookTube, sabréis que he dicho varias veces que mis novelas favoritas son aquellas que me hacen sufrir, que me remueven por dentro y que me tienen en un ay todo el día mientras las leo. Si quisiera leer cosas que me dejaran tan tranquila, la guía telefónica sería una buena opción, pero no es el caso. Sabéis que incluso no soy muy fan del final feliz y demás. Pues eso es lo que ofrece Tenemos que hablar de Kevin: un poco de angustia, un poco mucho sufrimiento, una introspección psicológica en las complicadas relaciones familiares (de pareja, madre-hijo, padre-hijo)... bajo una premisa argumental tremenda: ¿cómo sobrevive una madre al hecho de que su hijo haya entrado en su instituto y haya matado a varios de sus compañeros? 

Solo os voy a dar un dato. Desde 2002 aproximadamente, no había habido cambios en mi top 3 de novelas favoritas de todos los tiempos. Desde la semana pasada, Tenemos que hablar de Kevin se ha colado en el primer puesto. Ojalá algún día me encuentre una novela que me pueda llegar a gustar tantísimo. Mientras tanto, tocarán relecturas de vez en cuando.

No sé si soléis hacer caso o no a mis recomendaciones, pero, si queréis finiquitar agosto por todo lo alto... recordad: Open y Tenemos que hablar de Kevin. Si las leéis o las habéis leído, ¡comentadme!

Un besote para todos y mil gracias, como siempre, por pasar por aquí un jueves más.

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