Dos recomendaciones (muy 'British' y muy 'royal') para distraernos en tiempos difíciles

Escrito por Abril Camino - 31 marzo

Dos recomendaciones (muy 'British' y muy 'royal') para distraernos en tiempos difíciles

Qué mes este marzo de 2020, ¿verdad? No creo que ninguno hayamos vivido jamás algo parecido, hasta el punto de que las medidas de tiempo habituales parecen haber dejado de tener sentido. Hay meses que se nos pasan en un suspiro, que apenas nos podemos creer que hayan acabado, y otros, como este... que ha parecido eterno. Ni siquiera me parece que seamos las mismas personas que éramos el día 1. Al menos, yo no siento que lo sea.


Curiosamente, los dos libros que quiero recomendaros este mes fueron el primero y el último que leí. E insisto: me parece que ha transcurrido una vida entera desde que cerré el primero hasta anoche, cuando acabé el otro. Incluso pensaba saltarme este mes la entrada de recomendaciones, porque se me sigue haciendo extraño retomar rutinas habituales, pero después he pensado... que justo a eso debemos arrimar todos el hombro: a que la vida al menos parezca normal, ya que no lo es. Así que... voy a hablaros de mis lecturas de marzo. Como si nada más que eso importara, aunque no sea verdad.

También en cuanto a las lecturas, marzo ha sido un mes extraño. He tenido un bloqueo lector (quizá el primero de mi vida) durante los días de mayor incertidumbre de toda esta tragedia. Al final, me ha quedado el mes en nueve libros leídos, porque la única forma que encontré de salir del bloqueo fue acudir a mis autoras de cabecera. Este mes he leído a Taylor Jenkins Reid, a Kristin Hannah, a Jojo Moyes, a Kristan Higgins... y, sin embargo, mis dos libros favoritos del mes no han sido de ninguna de ellas. Mis opiniones sobre todas las lecturas las tenéis, como siempre, en mi perfil de GoodReads.

Como digo en el titular, las dos novelas que más me han gustado este mes son dos historias muy British y muy royal. Pura casualidad, me ha hecho hasta gracia darme cuenta. Los títulos son El vestido, de Jennifer Robson, y Una vida posible, de Monica Ali. Los dos tienen mucho que ver con el Reino Unido y con la familia real, aunque de una forma muy diferente y contado en dos historias que creo que son perfectas para entretener en estos momentos en los que nos cuesta más concentrarnos en lecturas más pesadas.

El vestido, de Jennifer Robson


Esta novela cuenta la historia de dos mujeres en el Londres de posguerra, dos bordadoras que reciben el encargo de realizar la decoración del vestido de novia de la reina (entonces princesa) Isabel II. Es una novela preciosa, de esas con cierto aire feel good, a pesar de que cuenta historias muy duras. Pero prevalece una sensación de amistad entre las dos protagonistas, de la ilusión de un pueblo recuperándose después de una guerra horrible.

El vestido, de Jennifer Robson

La historia se cuenta a tres voces, entre las dos protagonistas y la nieta de una de ellas (en este caso, en el presente). Y se lee sola. Es muy bonita, muy sencilla y la narración fluye de maravilla. Se tocan varios temas, desde las estrictas normas sociales que regían para las mujeres hasta la ilusión de los nuevos amores, en un entorno muy bien ambientado que nos traslada a una época difícil pero que marcó el mundo tal como lo conocemos.

Una vida posible, de Monica Ali


Conocí a Monica Ali hace muchísimos años, cuando leí su primera novela, Siete mares, trece ríos, que fue finalista del Booker Prize, en uno de los debuts más sorprendentes de los últimos años. Esa novela me flipó (está entre las 50 que me llevaría a una isla desierta), así que, cuando me encontré otra novela suya en el Re Read hace unas semanas, no leí ni la sinopsis, me lo llevé directamente. Y sigo esto de la sinopsis, porque quizá si la hubiera leído... me habría perdido un novelón. Porque la premisa de la novela se las trae.

Una vida posible, de Monica Ali

Una vida posible es una recreación de qué habría ocurrido si la muerte de Diana de Gales fuera un montaje provocado por ella para escapar de una vida que odiaba y, en realidad, estuviera viviendo una existencia anónima en un pueblecito de Estados Unidos. ¿Suena marciano? Sí, sin ninguna duda. Podría ser el argumento de un telefilm de Antena 3. Podría ser la peor novela de la historia. Pero... siempre he dicho que una historia, cualquier historia, depende de quién la cuente. Y Monica Ali tiene talento y calidad para dar y regalar. Así que le ha quedado una novela rara (con ese argumento, imposible otra opción) pero entretenida, original y emocionante. Son 330 páginas y yo me la he leído, literalmente, en dos noches. No podía soltarla. Otra de esas historias que creo que son perfectas para un momento disperso como el que estamos viviendo.

Y esto es todo por este mes. Ojalá a finales de abril os esté recomendando novelas que podamos leer en un parque, en una playa, en casa de nuestra gente. Ojalá esta locura pase y aprendamos de lo que ha ocurrido para recuperarnos del dolor y ser una sociedad mejor. Ojalá los libros vuelvan a ser nuestra máxima preocupación diaria. Mucho ánimo. Mucha fuerza. Quedémonos en casa. Lo estamos haciendo bien. Todo irá bien 🌈

  • Compartir:

Puede que te interese...

2 comments