19 secretos entre bambalinas de «Mi mundo en tus ojos» (SIN SPOILERS)

Escrito por Abril Camino - 26 abril

19 secretos entre bambalinas de «Mi mundo en tus ojos» (SIN SPOILERS)

Hoy hace nueve días que Mi mundo en tus ojos vio la luz. Nueve días llenos de nervios, de emoción, de una experiencia muy diferente en algunos sentidos a lo que supone autopublicar, pero muy parecida en lo fundamental: vivir el sueño de ver un manuscrito que costó sangre, sudor y lágrimas convertido en libro, compartirlo con lectoras y compañeras y, como siempre, dar las gracias. Mil veces. Y una forma de dároslas hoy es contaros un poquito más sobre el proceso de creación de la historia de Summer y Logan, esas anécdotas y curiosidades que solo conocía yo y que, desde hoy, son también un poco vuestras. Esta vez lo he hecho SIN SPOILERS, para que todos podáis leerlo y no me odiéis 😉 (sí hablo de algunos momentos de la trama, pero no desvelo nada que os pueda estropear la lectura, pero... aviso, por si acaso). De todos modos, si no queréis saber absolutamente nada de la novela... mejor no sigáis leyendo:

1. Es la única novela de mi vida en la que he tenido una seria crisis en el medio del proceso de escritura. Me habían pasado otras cosas (de esas habituales entre escritores): que me costara empezar, tenerla escrita y no ser capaz de afrontar la corrección... pero nunca llevar media novela escrita y pasarme un mes abriendo el archivo y pensando «soy incapaz de continuar con esto».

Esta era más o menos la situación, ¿vale?

La culpa de esa crisis fue de la Feria del Libro de Madrid del año pasado. Sí, sí, así de loco. Me fui una semana a Madrid, fue una experiencia maravillosa... pero me cortó ese momento creativo y, al regreso, casi me da algo. Era totalmente incapaz de escribir y eso... ¡no me pasa jamás!

2. Confesión: me estoy quedando sin nombres. Sin nombres que me gusten, quiero decir. Logan era de los últimos de chico que me quedaban (alguno más hay, pero... ya estoy con ellos; no sé qué va a ser de mí a partir de ahora). De chica... he de confesar que a Summer la bautizó mi amiga Alice Kellen. Quién nos iba a decir que acabaríamos publicando con apenas un mes de diferencia las historias de mi Summer y su Autumn (por cierto, ya podéis reservar 13 locuras que regalarte, que es una maravilla de novela).

No es por dar envidia, pero yo ya la he leído y... cómo lo vais a disfrutar

3. Me daba auténtico pavor escribir una historia como la de Summer. Me refiero a lo que le ocurrió cuando era niña y que se cuenta en el prólogo. Como he contado en alguna entrevista, lo que me inspiró esa historia son algunas de esas noticias terroríficas que escuchamos de vez en cuando (y que sí son reales, por desgracia), porque siempre me he preguntado cómo sobrevive el ser humano a algo así. Y me apetecía contar la historia de supervivencia de Summer, con su dolor y sus traumas... pero sobreviviendo. Triste pero llena de esperanza.


4. Lo primero que escribí de esta novela fueron los prólogos de los cumpleaños de Summer y el capítulo de la caída a los infiernos de Logan (el 11 de la segunda parte). Sí, hago esas cosas, escribir durante una temporada de forma caótica las partes que ya tengo en la cabeza y después darle coherencia a todo y escribir ya de forma lineal (es un método de locos, lo asumo, me da muchos dolores de cabeza). A lo que iba... ese capítulo, el de Logan en su peor momento, es sin duda mi favorito de la novela.

5. Y hablando de favoritos... La parte de Logan es mi favorita de las dos. Y él me encanta, pero creo que la verdadera causa es algo aparentemente tan simple como que esté escrito en pasado. Después de años sin hacerlo (desde Pecado, penitencia y expiación), me moría por volver a escribir en primera persona del pasado... y no he dejado de hacerlo desde entonces (pero eso ya lo iréis sabiendo, jijiji).


6. Esta es de las poquísimas novelas que he escrito en las que no hubo musos desde el principio. Ni para Logan ni para Summer. Bueno... para Summer sí. Esta foto que me encontré en Pinterest (maldito Pinterest, cuánta inspiración y cuántas horas perdidas) para mí era absolutamente Summer.


¿Problema? Que no encontré ni una sola imagen más de esta chica. Así que Summer acabó siendo un mix de diferentes imágenes que me inspiraban, porque a veces son más importantes los gestos o las expresiones que los rasgos en sí. Al final, mientras buscaba con el equipo de Titania la foto perfecta para la portada, apareció esta otra chica y... sí, ella es totalmente Summer también.


7. Con respecto a Logan, me pasó algo parecido durante un tiempo. Me gustaban varios musos para él, pero no acababa de centrarme, hasta que subí una imagen suya leyendo un libro a Facebook y una seguidora me comentó que ese era el modelo Maxence Danet-Fauvel. Y, al buscar más imágenes suyas... supe que era él. Aunque Logan sea más moreno y con los ojos más azules. Da igual. Es él. La imagen que me convenció definitivamente fue esta, en la que, para mí, es Logan bebiendo uno de esos batidos veganos que tanto le gustan.


8. Los procesos con esta novela han sido tan rapidísimos que me han arrollado por momentos. Hace un año, apenas la había empezado. Y ya está en todas las librerías (y eso teniendo en cuenta que estuve un mes sin poder tocarla por la crisis que os contaba antes). Supongo que se juntó que, una vez que superé el bloqueo, me volaron los dedos sobre el teclado y que en Titania estuvieron muy pendientes de que todos los procesos salieran bien y sin pérdida de tiempo. Ha sido mi primera experiencia editorial y, hasta el momento, no puedo decir más que cosas buenas.

9. Aunque esta novela no se ambienta en zonas de Estados Unidos que yo conozca personalmente (lo cual ha implicado bastante trabajo de documentación, por cierto, pero supuse que estabais a una novela ambientada en Nueva York de odiarme), sí he dejado, como casi siempre, algún rastro de un viaje mío en ella. El día que Summer y Logan pasan en Washington es, casi de forma exacta, la reproducción de una escapada también de un día que hice yo a la ciudad desde Nueva York en septiembre de 2014. (Y me encantó, por cierto).

Ahí estoy yo, con el Capitolio de fondo, medio pelo fucsia y nada de cara de cansancio
10. Una de las cosas más especiales para mí de esta novela es la dedicatoria. Porque se lo venían mereciendo desde hace tiempo y... porque sí. Ellas ya saben todos los porqués.


11. Me habéis preguntado mucho por el cambio de título. Sí, esta novela se llamó Rotos durante muchísimo tiempo (y aún se llama así en cierto modo en mi cabeza). Y las dos partes en las que se divide, que ahora se llaman «Summer» y «Logan» se titulaban «Rota» y «Roto». El motivo del cambio fue que quisimos (la editorial y yo) destacar lo bonito y esperanzador de su historia, que es su amor y su futuro, por encima de lo triste, que es lo rotos que los dejó su pasado. No os voy a engañar, el cambio de título fue un dolor de cabeza que duró días, pero al final creo que la decisión fue la correcta.


12. Como ya he hecho en otras novelas anteriores, también en Mi mundo en tus ojos sale un tatuaje mío. Y, como las otras veces, no es uno que me haya hecho por la novela, sino que he usado una idea mía para transmitírsela a un personaje. No, no es uno de los de Logan (aunque a las líneas paralelas que él tiene en el brazo les tengo ganas desde hace años). Es el que tiene Summer ya al final de la novela. Ese «keep walking» que a mí, como a ella, me recordó en un momento muy concreto de mi vida que lo importante es seguir caminando.


13. De verdad que cada vez que empiezo una novela me juro que no voy a utilizar de nuevo Bohemian Rhapsody (aunque sea la mejor canción de la historia y esté unida a recuerdos maravillosos de mi vida). Pero joder... es que no sé no hacerlo. En esta iba todo bien, hasta un determinado momento de la vida de Logan. Os reto a encontrar una frase de una canción que pudiera sonar en ese momento que tenga más sentido que ese Mama, I don't wanna die but I sometimes wish I'd never been born at all («mamá, no quiero morir, pero a veces pienso que ojalá no hubiera nacido»). EN. SE. RIO.


14. Llevaba siglos queriendo hacer un cameo de algún personaje de las novelas de mis escritoras favoritas (que, además, resultan ser algunas de ellas mis mejores amigas). Pero esas cosas no se pueden forzar, obviamente, así que no lo pienso demasiado. Pero aquí, cuando ya estaba en el epílogo, me di cuenta de que Summer era física, exactamente igual que el protagonista de una saga que llevaba meses corrigiendo (y enamorada de ella, todo sea dicho), así que... Oliver Aston, el protagonista de la saga de Sara Summers de Susanna Herrero, se coló discretamente en esas páginas, aunque solo fuera en la voz de Summer y Logan.


15. Me pasa una cosa muy loca con la extensión de mis novelas new adult. Os juro que yo no pienso en cuánto va a ocupar una historia antes de ponerme a escribir ni durante el proceso de creación (aunque ahí se empieza a adivinar una aproximación, claro). Pero el caso es que siempre lo clavo. Sangre y tinta: 67.603 palabras. Como te veo yo: 68.065 palabras. Te quise como si fuera posible: 72.726. Y diréis... bueno, Mi mundo en tus ojos  es mucho más larga. Emmm... más o menos. La primera parte, la de Summer, tiene 63.324 palabras. La segunda, la de Logan... 60.543. Vamos, que es casi como si fueran dos novelas de la extensión de las habituales, esa que ronda siempre las 65.000 palabras.

16. Ya sabéis que esta es la primera vez que publico con editorial y, por lo tanto, es la primera vez que no me encargo yo de todos los procesos. Descubrir la portada de Mi mundo en tus ojos fue un pequeño shock. La primera vez que la vi (era algo diferente a como es ahora) no tuve muy claro si me encantaba o me horrorizaba. Pero la idea de que nueve frases de la novela (lo que me costó elegirlas, señor mío...) estuvieran ahí, a la vista, me encantó. Con un par de retoques sobre el original y las frases ya seleccionadas, la enseñé en las redes y vuestra respuesta fue la que acabó de convencerme. Creo que nunca había habido tanta unanimidad: ¡os encantó!


17. Lo confieso: tengo una debilidad muy especial por uno de los personajes secundarios de esta novela. Es Andrea, la madre de Logan. Y creo que se me nota. Cuando estaba escribiendo esta historia me di cuenta de que soy muy de madres molonas (mi favorita será siempre la de los Sullivan, dudo que nadie la supere). Y esta, para mí, es una parte fundamental de la vida y la evolución de Logan.

18. La música de esta novela, para mí, es la música de Logan. Sí, hay otras canciones (tenéis todas en la lista de Spotify de la novela) que suenan en otros momentos, además de Bohemian Rhapsody, obvio. Pero la música de verdad es ese pop de los sesenta y los setenta que tanto le gusta a Logan. The Who, The Kinks, los Beatles, por supuesto, los Rolling, Small Faces... Una música que fue la banda sonora de mi adolescencia, por cortesía de cierto amigo/novio/marido/exmarido al que le flipa demasiado y que me la metió en vena durante décadas. Si tengo que elegir solo un tema... es este, claro.


19. Por último, quería compartir con vosotros la que para mí es mi frase favorita de la novela. Está en la portada y fue de las pocas que no dudé que tenía que estar ahí. Porque el amor entre Summer y Logan es importante, pero, al menos para mí, mucho más importante es cómo ellos llegan a conocerse y a quererse a sí mismos.


Muchísimas gracias a todos por la increíble acogida a Mi mundo en tus ojos, por estar ahí cada vez que os cuento cosas por aquí y, en general, por ser el mejor combustible para este sueño 💗💗.

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