La piratería, capítulo 2: cómo leo 250 libros al año, sin piratear ni ser millonaria

Escrito por Abril Camino - 22 septiembre


Hoy escribo un poco en la nube. En la nube esa tonta a la que me subo en los días de publicación de libros. Me ha costado un mundo seguir hablando de piratería, sabiendo que, desde hace 9 horas, algunos de vosotros estáis ya leyendo Sangre y tinta, pero... tenía que hacerlo. Tenía que seguir con el tema por dos motivos: el primero, por la espectacular acogida que le disteis la semana pasada al post con mi opinión sobre la piratería, que ha salido disparado directamente al número 2 de posts más leídos de la historia de este blog (lo siento, los protagonistas tatuados siguen siendo los reyes de las visitas). El segundo motivo por el que quería seguir con el tema es que cuanto más difundamos los medios legales para leer, más posibilidades tendremos de acabar con la piratería y, por lo tanto, salvarnos de la quema.




El otro día comentaba con unos amigos que Netflix había hecho más para acabar con la piratería que todos los medios legales (escasos) que han existido hasta ahora. Yo ahora estoy en modo radical antipiratería, pero, como os contaba la semana pasada, hubo un tiempo en que me bajaba series y películas a tutiplén. Ojo, también es cierto que siempre he sido una rara de la vida a la que le interesaban cosas que no llegaban a España. El caso es que mis amigos, como los vuestros (seguro), también piratean contenidos audiovisuales. Pero ojo: los que tienen Netflix me reconocían que ya apenas descargaban nada (solo alguna cosa rara o series a las que están enganchados y quieren seguir al mismo ritmo de Estados Unidos); y los que no lo tienen estaban interesados en suscribirse. Y lo mismo hablábamos de Spotify en el caso de la música... Despertad a vuestro yo pirata y preguntadle: desde que existe Spotify, ¿cuándo os bajasteis por última vez un disco?

Quizá ese sea el sistema del futuro: los usuarios pagan una cuota mensual y pueden ver/leer/escuchar todos los contenidos que quieran. O, al menos, los adscritos a la plataforma, que serán cada vez más, si es que la literatura sigue los pasos de la música y el cine. 



Os voy a contar mis métodos para poder leer unos 200-250 libros al año y no piratear. No es fácil, no nos vamos a engañar, pero hay métodos. Evidentemente, el primero es gastar algo de dinero. No mucho, mi presupuesto para libros (como para casi todo, como el de casi todos) es limitado, bastante limitado. Para ser exactos, es de 20 euros al mes. ¿Y con 20 euros al mes lees 250 libros al año? Pues sí, señoritas. Y, sí, a veces me lo salto, pero también a veces me quedo corta y no llego a gastármelos.

La mitad de esos 20 euros se me va en la suscripción de Kindle Unlimited. Vamos, 9,99 euros. ¿Y qué me encuentro en el Unlimited? Pues la gran mayoría de libros que leo. Casi todos los de autores autopublicados (sinceramente, ser autopublicada y no meter tu libro en el Unlimited me parece un suicidio editorial, aunque estaré encantada de escuchar a alguna autora que me contradiga). Muchos clásicos, muchísimos. Y, ya que este blog suele ir sobre novela romántica... en romántica está casi toda la Kleypas, mucho de SEP, un montón de libros (no sé si todos) de la editorial Selección RNR... y mucho más. Y esto, si nos limitamos al español. En inglés hay más, muchísimo más. De hecho, yo ahora, antes de pagar por un libro en español, compruebo si está en inglés en el Unlimited y... muchas veces me llevo el alegrón de ver que sí. Por ejemplo, cuando leí La voz de Archer, que me encantó, me obsesioné un poco por su autora y descubrí que Leo, otro de sus libros, que también me gustó mucho, estaba en la plataforma. Creo que este libro aún no está publicado en español, pero dudo mucho que, cuando lo esté, lo podamos encontrar en el Unlimited. Las editoriales españolas, por desgracia, van bastante lentas en esto de incorporarse a los nuevos soportes.



Bueno, como os quedará claro, para mí el Unlimited es un must total para poder permitirme leer todo lo que leo. Una vez pagada su cuota, y teniendo en cuenta mi presupuesto, me quedan otros 10 euros para gastar. Esos, normalmente, van destinados a ebooks baratos. Es increíble la cantidad de buena literatura que se puede encontrar por menos de 3 euros. Así que digamos que ese dinerillo me da para unos 4-8 libros más al mes, más o menos, dependiendo un poco de qué precios tenga lo que compro.

Luego están los caprichos, claro, que los he dejado fuera del presupuesto porque son cosas excepcionales que compro, generalmente en papel. Los libros de Elísabet Benavent, Rebeca Rus, Érika Gael... Mis favoritas, vamos. Pero esos ya me los tomo como un autorregalo, como si me comprara unas botas. De hecho, la gran mayoría me los compro en plan friki coleccionista después de haber leído ya la versión electrónica.

Si a eso añadimos un poco de biblioteca (cada vez menos, tengo mucha pereza a leer en papel últimamente), algunos intercambios con amigas y los libros de mis amigas escritoras, que son muy riquiñas y me los regalan... voilà, leo un montón y pirateo cero.



Hay muchas otras soluciones, aunque yo no las utilizo tanto: Wattpad, por ejemplo. Blogs de escritores que publican sus novelas por capítulos (una de mis favs total, Anna García, por ejemplo, lo hace en su blog Creando historias). Librerías de viejo y mercadillos para los que aún lean en papel. Y, claro, todos esos bloggers literarios que reciben libros a cambio de reseñas.

Soluciones hay mil. Solo hay que concienciarse un poco. Y sí, ya sé que me vais a decir que no todos tenemos 20 euros al mes, pero tampoco creo que todos leamos 250 libros al año. ¿Me comentáis vuestros métodos para leer como locas sin piratear? En serio, estaré encantada de escucharlos.

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