Recomendaciones de novelas a tutiplén: todo lo bueno que he leído en lo que va de 2018

Escrito por Abril Camino - 15 marzo


¡Hola a todas!

Si hay algo que realmente me encanta de este blog, de seguir manteniéndolo a pesar de que me ha dado mucho trabajo y algunos disgustos en sus tres años de vida, es la respuesta que siempre dais a mis entradas de recomendaciones. Siempre están entre las más visitadas y me encanta cuando me escribís en los comentarios o en las redes sociales que os he descubierto este o aquel libro, que lo habéis disfrutado tanto como yo. Así que he decidido recopilar unas cuantas novelas que he disfrutado muchísimo en lo que va de año para recomendároslas (encarecidamente) a todas.

Hace algún tiempo conté por aquí que pensaba que leer demasiado nos convertía en malos lectores. Al menos es algo que a mí me ocurre. Recuerdo épocas en las que leía doscientos o trescientos libros al año, sin criterio, como si estuviera en una competición conmigo misma no sé muy bien con qué intención. Devoraba libros que eran una auténtica mierda, rara vez los abandonaba y no buscaba en la lectura, salvo honrosas excepciones, más que un entretenimiento facilón. 

Hace dos años decidí tomármelo con más calma. Leer menos pero mejor. Y entonces descubrí algo fantástico: que lo que verdaderamente me entretenía no era lo facilón. Era lo bueno. Y, además de entretenerme, me llenaba, me emocionaba, me hacía feliz y también me convertía en mejor escritora. Así que ahora elijo mucho mejor mis lecturas. Muchísimo mejor. Por eso estoy increíblemente contenta con lo que me he encontrado hasta ahora, en lo que va de 2018. Estas son todas las novelas que he leído en lo que va de año (excepto las que he leído como lectora cero, que aún no están publicadas, algunas lecturas en inglés que no incluyo porque sé que preferís recomendaciones que podáis leer todas y unos cuantos manuales de escritura para los que estoy preparando una entrada específica):

Patria, de Fernando Aramburu

A veces creo que yo era la única persona que quedaba en el mundo sin leer Patria. Había leído otras cosas de Aramburu y me fascina su forma de narrar, pero Patria se me resistía, quizá porque siempre se me ha dado fatal eso de que me guste lo que le gusta a todo el mundo. Y Patria me dejó una resaca lectora extraña. Por un lado, me gustó muchísimo (como siempre) la voz narradora de Aramburu. También una gran parte de los hechos que se narran, de lo fácil que fue en un determinado momento acabar convertido en protagonista de las noticias en uno u otro lado del conflicto vasco. Pero me decepcionó un poco una cierta estereotipación de algunos personajes y un tufillo algo misógino en el retrato de los personajes femeninos (es mi percepción y no he leído que a nadie más le haya pasado, así que quizá sea algo subjetivo). De todos modos, la recomendaría sin dudarlo, entre otras cosas porque es de los pocos grandes best-sellers que rebosa calidad literaria por todas partes.


Siempre el mismo día, de David Nicholls

Sí, Siempre el mismo día es la novela en la que se basa esa peli que todas hemos visto mil veces, protagonizada por Anne Hathaway. Y tenía pendiente leerla desde hace siglos, porque suele darme bastante pereza eso de leer un libro en el que, más o menos, ya sé lo que va a pasar. Pues qué pena. No haberlo leído antes y, sobre todo, no haberlo leído antes de ver la peli. Porque no me quiero ni imaginar cómo habría vivido los diferentes acontecimientos de la trama si no me los hubiera visto venir. Quizá me habría muerto de intensidad emocional. Me fascinó la capacidad del autor para transmitir una relación tan compleja como la de Dexter y Emma, su amistad, su amor, sus altos y sus bajos. Me hizo sumergirme en la historia de forma brutal y lo devoré en un par de noches. Recomendadísima 110%.


Instrumental, de James Rhodes

Lo primero que escribí en Instagram después de acabar de leerla fue que era una auténtica putada que, en enero, ya tuviera claro cuál sería mi mejor lectura del año. Va a ser ciertamente complicado que aparezca algo este año que la mejore. Instrumental es la autobiografía de un músico, sí, pero es también muchas cosas más. Me ocurrió leyéndolo algo parecido a lo que me pasó en su día con Open, la autobiografía de Andre Agassi (os hablé de ella en su momento). Que ni me parecía una autobiografía, sino una disección novelada de lo más bajo, y lo más alto por momentos, del comportamiento humano. Es dura, difícil, profunda. Se atraganta y pide saborearla a fuego lento. Es una auténtica maravilla que me dejó impresionada. Y, por cierto, la edición en papel es preciosa, cuidadísima. Yo lo leí en ebook, lo compré después en papel para regalar... y acabé comprándolo de nuevo para mí.


Espía de Dios, de Juan Gómez-Jurado

A ver... guilty pleasure a la vista. Con las novelas de Juan Gómez-Jurado siempre me ocurre lo mismo. No me parece que cuenten cosas demasiado verosímiles, ni que tengan una gran calidad literaria, ni siquiera que su estilo me guste demasiado o que sea muy cuidado. Pero, coño... cómo enganchan. Me devoré Espía de Dios en una noche, así, del tirón. Imposibilidad absoluta de soltarlo. Una trama de ficción sobre los momentos posteriores a la muerte del Papa Juan Pablo II, con muchos aires a El código Da Vinci, pero me enganchó incluso más que esta. Si os van los libros que atrapan sin remedio, me agradeceréis la recomendación.


Amor se escribe con H y otras maneras de decirte que te quiero, de Neïra

Vale, esto es un poquito trampa, ¿ok? En realidad hace más de un año que leí esta novela, porque, como muchas ya sabéis, suelo ser lectora cero de las novelas de Neïra. Una novela romántica adulta, coral y con toques de comedia, que hace que te enamores del personaje de Eva... y también del de Hache. Y de sus amigas. No os cuento mucho más porque ya os recomendé esta novela hace unas semanas en el blog.


El chico que dibujaba constelaciones, de Alice Kellen

Es increíble la capacidad que tiene Alice para crear historias de amor emotivas, diferentes, llenas de vida. Porque El chico que dibujaba constelaciones es una historia de vida que pone la piel de gallina, que arranca sonrisas y lágrimas a partes iguales y que cuenta algo que conocemos, algo que han vivido nuestros padres, nuestros abuelos... Es como leer la historia de algunas de las personas que más queremos pasada por el filtro de unas palabras preciosas y una capacidad para transmitir al alcance de muy pocas autoras. Y qué portada tan bonita, joder. También os hablé de ella en la entrada del enlace anterior.


Una librería en Berlín, de Françoise Frenkel

Cogí este libro con muchísimas ganas porque, si hay una temática sobre la que me encante leer, es la Segunda Guerra Mundial. Y muchísimo más si es una historia real, un manuscrito de alguien que narraba lo que estaba viviendo en directo, un diario de una de las épocas más crueles de nuestra historia reciente. Me recordó al principio mucho a Una mujer en Berlín, un libro que me fascinó cuando lo leí, y quizá esa comparación jugó un poco en contra de Una librería en Berlín. Porque me decepcionó un poco cómo pasaba por alto algunos detalles sobre la vida de la protagonista, aunque sigo creyendo que es una lectura perfecta para acercarse a la realidad de lo que fueron aquellos años para una mujer judía, culta y perseguida. 


En cada canción, de Susanna Herrero

Digo lo mismo que con las novelas de Neïra y Alice. Es otra de esas historias que ya había leído antes, porque me encargué de la corrección del manuscrito. La historia de Michael y Penny es dulce, original y vibrante. Te atrapa y no puedes dejar de pasar páginas. Como con las anteriores, podéis encontrar aquí más información sobre ella.


El año de Simon, de Altea Morgan

Tengo muy abandonada la romántica histórica, tengo que reconocerlo. A excepción de algunas cosas de Lisa Kleypas y de esta novela de Altea, hace meses y meses que no me da por retomar las novelas de la Inglaterra del XIX. Sobre El año de Simon ya hablé en el link que os he dejado antes, pero no me cansaré nunca de recomendárosla porque Altea tiene una capacidad asombrosa para escribir tramas históricas de forma amena y con un punto de humor fantástico.


Cuentos, de Anton Chéjov

Los Cuentos de Chéjov son una de las asignaturas pendientes que tenía desde hacía siglos. Había leído alguno suelto hace años, pero me apetecía sumergirme en ellos durante unos cuantos días. Y lo hice con este tomo fantástico que está disponible en Kindle Unlimited y que recopila muchísimos de ellos. Una forma increíble para los que nos dedicamos a escribir de aprender a condensar en pocas palabras una historia completa, el mejor manual de escritura posible aun sin serlo. ¿Mi recomendación? Alternar su lectura con novelas más largas, como respiro, como un regalito diario de buenas letras.


Nosotros, de David Nicholls

Creo que ya he dicho alguna vez que es casi imposible arrancarme una carcajada con un libro. Puedo sonreír, puede hacerme gracia un determinado pasaje de un libro, pero lo que viene siendo el descojone... no lo he conseguido (casi) nunca. Hasta que leí Siempre el mismo día y me obsesioné un poco con la narrativa de David Nicholls, lo cual me llevó a esta novela, Nosotros... y lo flipé. Es una historia amarga, la de un matrimonio que se acaba después de muchos años, pero contada con un humor británico tan impecable que es imposible no leerla con una sonrisa. Quizá después de Instrumental, lo mejor que he leído en lo que va de 2018. Sin duda, lo que más he disfrutado.


Jardín de invierno, de Kristin Hannah

Joder, Kristin, qué capacidad tienes para escribir maravillas, cielo. Después de El ruiseñor y El baile de las luciérnagas, tenía pendiente Jardín de invierno. Y he de reconocer que viví momentos un poco agridulces con esta novela, porque la sinopsis habla de un contexto histórico que me encanta (el sitio de Leningrado durante la Segunda Guerra Mundial), pero en la novela tarda muchas páginas en entrar en el tema. Aunque, cuando lo hace, es devastador. Una historia terrible, con un par de puntos de esos que sorprenden al lector y con esa pluma de Kristin Hannah, que hace que todo sea perfecto. Mi consejo es que le deis una oportunidad; reconozco que me costó meterme en la novela porque la primera parte es una introducción quizá demasiado larga a lo que llega después, pero al final merece mucho muchísimo la pena.


Saga Daniela, de Neïra

Rara vez releo libros. Vivo obsesionada con que no me quedan años de vida suficientes para leer todo lo bueno que tengo pendiente y no me suele gustar releer. Pero llevaba mucho tiempo queriendo volver a leer Fuimos un invierno y Fuiste mi verano, la saga con la que conocí a Neïra y que me hizo engancharme a todo lo que publique y, lo mejor de todo, me permitió conocerla como persona. Porque recuerdo que, hace justo dos años, cuando leí por primera vez la historia de Daniela y Luca, tuve la necesidad de enviarle un mensaje para decirle que «joder, me ha flipado». Nunca antes me había ocurrido con ningún escritor algo así. Y de ahí nacieron muchas cosas bonitas.


Voy a hacer una confesión: he releído la saga Daniela en un momento jodido de mi vida personal. Uno del que aún no he salido del todo (o casi nada, de hecho). Aunque hay gente que, cuando tiene el corazón roto, es incapaz de leer historias de amor, a mí siempre me ha ayudado. No sé por qué, pero el hecho es que recuerdo las novelas que estaba leyendo en los tres o cuatro momentos más jodidos de mi vida. Es como si algo me uniera a ellas, como si fueran una amiga más que acudió a consolarme cuando lo necesitaba. Y eso ha sido Daniela estas semanas que me he pasado inmersa en su relectura. Una amiga, dotada de toda esa inteligencia emocional con la que Neïra impregna las historias que escribe, que me ha acompañado en noches en vela y atracones de llorar. De lo bonita que es la historia de Daniela y Luca ya he hablado otras veces; o de los especial que es esta historia, las cosas tan bonitas que han venido a partir de ella e incluso de cómo me puede enamorar Luca a estos niveles estratosféricos. Si no la habéis leído (que lo dudo), corred, insensatas. Es tan bonita que dan ganas de llorar, de reírse y de enamorarse, todo a la vez y muy fuerte.


¿Qué me contáis? ¿Vais a hacerme caso con las recomendaciones o las habéis leído ya? ¡Contadme en los comentarios! Muchas gracias por pasaros por aquí un jueves más, pronto más recomendaciones de otros tipos de novelas que me tienen enamorada.

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